Tuve la fortuna de nacer sumergida en Música, rodeada de su belleza y excelencia.
De ahí también mi pasión por el baile, el teatro y el arte en general, todo ello presente en mi formación llena de magníficas experiencias. Los estudios de diseño de interiores me llevaron a “ganarme la vida” en mi juventud y a adentrarme en el mundo del arte.
Con algo más de madurez pude vislumbrar la posibilidad de probar el canto. Fue Isabel Penagos quien puso el motor en marcha con mucho conocimiento y paciencia, mientras mi padre, Félix Lavilla, se dejaba el alma en las clases de repertorio para legarme toda su experiencia y genialidad; y en los últimos años un intenso trabajo de Lied junto a Manuel Cid. Todo aderezado con la sabiduría y maestría de mi madre, Teresa Berganza, empeñada en esta prueba de fuerza.
Pude absorber música española hasta las entrañas, de todos los territorios y épocas, que considero genial en muchos conceptos y de la que me siento parte por todo lo que he podido aprender de ella y con ella pero también grandes dosis de canción francesa, inglesa, italiana, Lied, oratorios… y poco a poco la música de cámara se convirtió en la base de mi actividad.
Al lado de mi madre, en recitales de dúos, aprendí mucho más de la voz, la música, los estilos y la entrega.
Acompañada por las manos y enseñanzas de grandes pianistas como Félix Lavilla y Juan Antonio Álvarez Parejo entre otros, y actualmente por Miguel Ituarte, he podido interpretar programas de muy distintos estilos y recorrer un repertorio de cámara enriquecedor.
En el camino grandes encuentros con otros músicos como Tu-Shi Ciao, junto a quién formé un singular dúo de voces y guitarra romántica con mucho éxito. En estos últimos años también he compartido música y escenarios con grandes guitarristas como Gerardo Arriaga o Miguel Trápaga.
Junto al Cuarteto Diapente, siempre buscando nuevos repertorios y experiencias, hemos podido interpretar y estrenar interesantes obras clásicas y contemporáneas.